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> MUSEO DE ALDONIS 

Más allá del principio de coleccionar (Bodegón de los Vilos)

Fecha: 8 de abril al 3 de junio, 2023 

Lugar: Bodegón de los Vilos

Artistas: Rafael Guendelman Hales

Curadores: Carolina Arévalo y Sebastián Valenzuela-Valdivia 

Técnica: video-ensayo, instalación

 

Tag: colección, patrimonio, museo, memoria, Quilimarí

Más allá del principio de coleccionar (texto curatorial)

 

Detrás del coleccionismo no solo se encuentra el mero gesto de acumular elementos o piezas, en él también confluyen sentimientos, emociones o afectos. Tras esa premisa, al ingresar a un museo o colección, además de preguntarnos ¿qué es lo que se colecciona?, ¿cómo se ha constituido la colección?, o ¿cuál ha sido la estrategia para acumular estas piezas?, podría resultar más fértil interrogarnos ¿cuál ha sido la motivación y voluntad para iniciar este conjunto?, ¿qué deseos son saciados en la acumulación de estas piezas?, o ¿qué expectativas se tienen al socializar una colección? Estas y otras preguntas ayudan a esbozar las distintas capas de una colección junto al impacto que puede generar en sus comunidades.    

En esta exposición, gracias al hallazgo de Rafael Guendelman, conoceremos la colección del Museo Rural de Lo Muñoz, un proyecto independiente creado por la voluntad y persistencia de Aldonis Núñez (1936), quien se ha dedicado a recolectar piezas arqueológicas, animales disecados, rocas y minerales, tecnologías en desuso, fotografías, insectos, entre tantos otros elementos que hoy son huellas históricas y afectivas del Valle de Quilimarí y del norte de Chile. Junto a la selección de piezas aquí presentes, el trabajo audiovisual de Guendelman invita a ingresar profusa y transversalmente al ecosistema que se ha vinculado y creado alrededor de Aldonis Núñez y su colección.

Este ecosistema se presenta como un espacio lleno de complicidades convocantes, que gatillan visitas de turistas, domésticas donaciones de vecinos y también el continuo encuentro social que ha mantenido la vitalidad de este proyecto por más de 50 años. Aquí, la cualidad afectiva se ha transformado en un motor solidario que promueve el reconocimiento de nuestras memorias locales y alternativas, suscitando un diálogo intergeneracional por medio del simple gesto del compartir.

S.

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